Este vestidor se diseñó a medida para una pareja que deseaba transformar una habitación sin uso en un espacio de almacenaje funcional y estético. Apostamos por puertas lacadas en azul profundo, con uñeros verticales integrados, que aportan un aire elegante y sofisticado al conjunto.
El interior del vestidor fue diseñado con módulos abiertos, cajoneras ocultas, estantes iluminados y barras de colgar a diferentes alturas, todo en blanco satinado para aumentar la sensación de orden y limpieza.
La iluminación LED interior con sensores automáticos y el espejo de cuerpo entero con marco a juego fueron los detalles que marcaron la diferencia. Este vestidor no solo resuelve el problema del almacenaje, sino que convierte el acto de vestirse en una experiencia diaria de bienestar y confort.